5 huevos
1 lata de leche condensada
1 lata de leche (la misma medida que de leche condensada).
vainilla al gusto
un poquito de licor (ron), es opcional
Ingredientes para el caramelo:
1 taza de azúcar
1/2 taza de agua
Preparación:
En el recipiente en que colocará el quesillo en
baño de maría, coloque 1 taza de azúcar y 1/2 taza de agua. Llévelo al fuego
hasta que comience a espesar y se ponga color caramelo. No deje que se ponga
muy oscuro porque sino se le quema.
Baje la llama y dé vueltas al envase, de manera que
el caramelo se extienda por todo el fondo y las paredes del recipiente.
Preparación del quesillo:
En la licuadora mezcle la leche condensada, los
huevos, la vainilla y el licor al gusto. Tome como medida la lata de leche condensada,
llénela de leche y añádala a la mezcla anterior.
Vierta la mezcla anterior en la lata en la que
preparó el caramelo y coloque en baño de maría por 30 minutos.
El secreto del quesillo es dejarlo enfriar antes de
voltearlo.
Aquí unos tips:
– Los huevos deben estar a
temperatura ambiente al momento de licuarse y que sean lo más frescos posible
(nada de huevos que tienen 2 meses en la nevera)
-El caramelo no debe quemarse demasiado, sino se pone amargo.
-Yo uso leche liquida (la de cartón o botella) la leche en polvo pone el
quesillo muy cremoso y casi no le salen los huequitos.
-El quesillo tradicional lleva leche condensada, eso ayuda a darle esa textura
tan especial.
-Para que los huequitos se hagan más notórios, licúa los huevos, leche
condensada, leche y ron a baja velocidad y por menos de un minuto, así la
mezcla se llena de burbujas de aire.
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